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salayarchivo@taller99.cl
Providencia, Santiago de Chile
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Providencia, Santiago de Chile

Historia de Archivo Taller 99

El archivo patrimonial del Taller 99 se inicia formalmente gracias a la adjudicación de un proyecto Fondart en el año 1994. Desde entonces las obras gráficas se han resguardado en un espacio definido como Archivo Físico. A partir de la constante inquietud de compartir y masificar su difusión, un equipo del taller 99, con apoyo del Ministerio de las Culturas, inicia durante el año 2021 la primera etapa de Museo Virtual que busca dar visibilidad y poner en valor este valioso patrimonio cultural y artístico del grabado chileno, y otorgar accesibilidad a estudiantes, investigadores y amantes del arte.

Sus objetivos principales son:

* Habilitar y equipar un espacio físico para tareas de archivo, almacenaje, cuidado y conservación de una colección de grabados, que responda adecuadamente a los nuevos requerimientos que implica la virtualidad.

* Crear una plataforma virtual y su estructura de funcionamiento y continuidad que permita la difusión en redes informáticas.

* Que la colección y los anexos relacionados sirvan para la difusión de obras, trayectorias y el oficio del grabado, donde se refleje el desarrollo de las diferentes generaciones de artistas chilenos y su aporte en el transcurso de la historia del taller 99, sirviendo para la investigación artística y consultas de la comunidad en general.

El origen informal de esta colección tiene que ver con haber reconocido, al final del periodo de Refundación -1989-, que en el Taller 99 no existía un archivo de grabados de los antiguos integrantes, por lo que se consideró de real importancia para la construcción de la historia del grabado en Chile iniciar esta colección con la donación de grabados de los participantes de esa época e ir consiguiendo obras de los miembros de antiguos periodos y, a la vez: de toda obra, información, fotografía o actividad que pudiese ser relevante para contextualizar esta historia. De esta forma se inicia la recolección de grabados en una humilde cajonera que los contuviera resguardados del maltrato del tiempo y de las malas prácticas. En un principio se estableció que debiera quedar una prueba de taller (p/t) de todo grabado editado en sus tórculos. También empezaron a llegar donaciones de otros artistas de distintos lugares de Chile -especialmente de los grabadores del Centro del Grabado de Chile-, como también fotografías, recortes de prensa, historias y herramientas que iban iluminando respecto a la orientación y riqueza de lo que se estaba coleccionando. Con un sistema de fichaje intuitivo se comenzó a indexar lo que generosamente llegaba, con lo que el cajón designado empezó a colapsar, por lo que se debió establecer criterios de selección sobre lo que se entregaba y se acordó elegir, de común acuerdo con el autor, los grabados más característicos y de mayor interés en las propuestas de imagen y técnica.

A partir de un trabajo colectivo de invitación abierta realizado en torno al tema autorretrato, resurgió la idea de retomar el formato de Carpeta Colectiva que el Taller 99 ya había ejecutado el año 1961 con el tema “Cantar de los Cantares”. Este soporte ya lo habían utilizado individualmente varios artistas del taller, y lo novedoso sería su aspecto de temática común en un trabajo interactivo de búsqueda y creación. Es así como en 1988 se originó la carpeta “Trazos en el Abismo”, donde 18 artistas establecieron un diálogo con el poeta Raúl Bruna en un ejercicio de reciprocidad entre poesía y grabado que duró hasta el año 1992. El acercamiento a los poetas ya había sido desarrollado anteriormente por el grupo de Taller 99 en el año 1962 con la edición de “Cuaderno de Poemas”.

Luego vinieron muchas carpetas colectivas que fueron recogiendo los intereses comunes donde se pudo reconocer el valor de aplicar múltiples miradas al mismo tema y el enriquecimiento que significaba en los procesos individuales. Es por esto que esta práctica ha permanecido hasta el día de hoy y es utilizada como hilo conductor al presentar la historia del Taller 99.

En el transcurso de este camino el archivo recibió en comodato y en donación importantes colecciones de grabado de Nemesio Antúnez y Roser Bru, como también la obra de múltiples grabadores que generosamente han contribuido a enriquecer la humilde cajonera, de tal forma, que hoy se eleva a la condición de Archivo Patrimonial Taller 99 que alimenta sus afluentes Museo Virtual Taller 99 y de Sala Museográfica.

Muchos son los que han contribuido a lo largo del tiempo con su munificencia, trabajo y entusiasmo en la materialización de este inexpugnable objetivo y mucho es lo que se reconoce que falta en la medida que se avanza, es por esto que está proyectado dar continuidad y contenido a esta presencia virtual, difusora del entusiasmo creador colectivo.

El equipo Actual del Archivo Patrimonial, Sala Museográfica y Museo Virtual, que tutela tanto el archivo Físico como el Digital, reúne aportes de todos los miembros actuales del taller, y en su representación está constituido por: Gabriela Villegas, Domingo Santa María, Rafael Munita, Isabel Cauas, Paula Véliz, Lancelott Belaúnde, Javiera Ramírez, Ivonne Chia, Leonardo Vega, Lorena Contreras.

Taller 99
2024